La nueva estructura de la Ertzaintza simplifica y clarifica la cadena de mandos

Alcanzar un alto nivel de reconocimiento social por su cercanía y eficacia, ofrecer un servicio basado en la prevención activa y apoyado en una inteligencia e investigación criminal eficaces, incorporar a su gestión la mejora contínua y la colaboración con otros para adaptar su respuesta a las nuevas necesidades y trabajar con compromiso y cohesión interna son los cuatro ejes estratégicos que subyacen en la reestructuración de la Ertzaintza.
Una estructura que pasa de tener cinco divisiones (Inspección y Administración, Seguridad Ciudadana y Recursos Operativos, Tráfico, Policía de lo Criminal y División Antiterrorista y de Información) a contar con dos divisiones (Protección Ciudadana e Investigación Criminal) y una Oficina Central de Inteligencia de apoyo a nivel central y territorial.
La División de Protección Ciudadana será la responsable del trabajo policial preventivo, de seguridad ciudadana y la División de Investigación Criminal la responsable de la reacción frente al delito.
Esta reducción de divisiones y la nueva estructura supondrá una disminución del número de mandos al pasar de los 190 actuales a 161. En concreto, de 7 superintendentes se pasa a 3, de 21 intendentes a 19, de 58 comisarios a 62 y de 104 subcomisarios a 77.
Observatorio policial
Uno de los datos relevantes de la nueva organización es la creación de la nueva Oficina Central de Inteligencia que se encargará de la recogida, tratamiento y análisis sistemático de la información criminal e incidental.
La nueva oficina constituye el auténtico eje vertebrador de las Divisiones de Protección Ciudadana y de Investigación Criminal, facilitando la toma de decisiones de los responsables policiales. “Su cometido no es otro que el de integrar la inteligencia policial en la misión general de la Ertzaintza, tanto en la toma de decisiones estratégicas como en las tácticas, tanto en la prevención como en la reducción del delito. En definitiva, va a ser el observatorio policial de los riesgos emergentes y de los riesgos que alteran la percepción de seguridad de la ciudadanía”, ha indicado la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia.
Esta Oficina Central de Inteligencia contará con 178 agentes, en su mayoría procedentes de la actual División Antiterrorista y de Información, así como parte de los efectivos de la actual USOT, Unidad de Soporte Operativo y Técnico. A esa cifra hay que añadir las nuevas plazas de especialistas en investigación, tanto en Tráfico como en las unidades altamente especializadas de Investigación Central y Territorial y la Policía Judicial.
Comisarías, centros neurálgicos de actividad
En el nuevo organigrama adquiere especial importancia la red de 25 comisarías por ser los centros neurálgicos de la actividad policial y en donde trabajan más de 5.800 agentes. El 72% de los efectivos. “Este es nuestro verdadero valor estratégico para todo cuanto queremos lograr en esta nueva estructura: atención y seguridad ciudadana, investigación, inteligencia policial, prevención, protección…”, ha explicado la responsable del Departamento de Seguridad.
“Apostamos por fortalecer las comisarías como centros de encuentro entre la ciudadanía y los agentes activos encargados de su seguridad. La seguridad ciudadana, la presencia a pie de calle, los flujos de información, la aplicación de los productos de investigación e inteligencia policial. Toda la actividad de la Ertzaintza parte de los briefings diarios, de las reuniones de trabajo y los procedimientos de evaluación de las comisarías. Y todas las decisiones estratégicas deben revertir hacia ellas”, ha añadido la consejera Estefanía Beltrán de Heredia.
Distribución de agentes por áreas
En la nueva estructura el 72% de los agentes estará asignado a la División de Seguridad Ciudadana. Otro 21% a la División de Investigación Criminal mientras que en la Oficina Central de Inteligencia trabajará el 3% de la organización y otro 4% en las estructuras de apoyo a la Dirección y Jefatura de la Ertzaintza.
Fuente: ertzaintza.net