Detenido por el asesinato del padre adoptivo de su hermano

Un joven ucraniano de 23 años fue detenido ayer en Tres Cantos bajo la acusación de matar de una puñalada en el cuello al padre adoptivo de su hermano menor. El fallecido es José, de 64 años y trabajador prejubilado de Telefónica. Su cuerpo sin vida fue encontrado ayer al mediodía en el salón de su chalé de la calle de Laurel. Llevaba muerto unas 24 horas. El hombre había conseguido hace poco tiempo devolver a Ucrania a su hijo Andrei, de 20 años y que adoptó cuando tenía tres. «Pero aquel ángel se había convertido ahora en mi infierno», decía el hombre a sus allegados ya que a medida que crecía Andrei se había convertido en un grave problema por sus vínculos con supuestos grupos de delincuentes.

El detenido ayer era hermano del hijo adoptado por Jose. El arrestado se llama Alex y fue también adoptado por una pareja que vivía enfrente de los padres de Andrei.

Los dos hermanos ucranianos crecieron juntos ya que vivían en la misma calle pero con diferentes padres. Hace años Alex decidió enrolarse en la legión francesa y emprender la carrera militar en el país vecino y su hermano Andrei despreció los estudios y acabó pasando más tiempo en la calle que en su casa.

Jose y su mujer, que ya tenían un hijo biológico de la misma edad, se separaron hace poco. Ella se marchó a Cuenca con su hijo. En Madrid se quedó José con su hijo adoptado.

Desde hace varios años el pequeño Andrei comenzó a convertirse en un quebradero de cabeza para el padre. Cuentan los vecinos que se relacionaba con grupos de chavales que se dedicaban a trapichear con droga en Tres Cantos.

Fuentes de la investigación confirmaron ayer que Andrei tenía varios antecedentes policiales por tráfico de drogas a pequeña escala y por delitos contra el patrimonio.






Vuelta a Ucrania

Hace pocos meses Jose consiguió revertir el proceso de adopción tras renunciar a su hijo después de presentar numerosos informes y acreditar la pesadilla diaria que sufría. El proceso acabó con el hijo adoptivo de vuelta a su país de origen donde vivía en casa de unos primos.

Desde el pasado verano Andrei llamó a varios amigos para decirles que estaba arrepentido de lo que había ocurrido. También telefoneaba al que fuera su padre adoptivo para rogarle que le diera otra oportunidad y que no quería vivir en Ucrania.




Llegado a esta punto de la historia la semana pasada Alex, el hermano de Andrei, regresó a Tres Cantos para pasar unos día con sus padres adoptivos ya que tenía unos días libres.

El pasado viernes los vecinos vieron como Alex merodeaba por la zona preguntando por el padre adoptivo de su hermano. «A mí me dijo que si sabía donde estaba Jose, algo que me extrañó ya que todos los días el hombre sale de casa un montón de veces ya que estaba jubilado y no paraba de hacer deporte», comentó uno de los residente.

Curiosamente, el pasado lunes Alex se presentó en el cuartel de la Guardia Civil asegurando que había sido víctima de un robo. En su relato contó que peleó con los ladrones y que en el forcejeo se cortó los dedos con el cuchillo de los agresores.

Sobre el mediodía de ayer un amigo de Jose avisaba a los vecinos alarmado ya que éste llevaba varios días sin contestar al teléfono ni al timbre de la casa situada en el número 63 de la calle de Laurel. Habían pasado al menos dos días sin que nadie supiera nada de él.

Ante la sospecha de que podría estar dentro del domicilio se decidió avisar a los bomberos y derribar la puerta. Eran las 12.00 horas. Dentro de la casa encontraron el cadáver de Jose con un profundo navajazo en el cuello. Estaba tendido en el salón y en la casa había indicios de que se había producido una pelea. Había un reguero de sangre que iba desde la puerta de la vivienda hasta el salón.

A lo largo de la tarde los agentes de la Policía Científica de la Guardia Civil y los agentes de Homicidios recogieron numerosas huellas y restos en la casa mientras en la calle uno de los curiosos era el que luego iba a ser detenido. «Alex no paraba de moverse y le han preguntado los agentes varias cosas», señaló uno de los presentes. Sobre las 16.00 horas era apresado por su presunta implicación en los hechos ya que, supuestamente, se hallaron huellas suyas en la casa del fallecido.

Los guardias esperan interrogar hoy al detenido que, ayer, comentó a sus íntimos que era muy triste lo que le había sucedido a Jose. De momento, es el principal sospechoso del crimen.