La guardia civil llama a sus agentes a las urnas

La Guardia Civil de la Región ha dado un paso en pro de la seguridad de los ciudadanos y de su propia plantilla. La Benemérita murciana tiene previsto, en una iniciativa pionera, formar en los próximos meses a sus más de 2.100 agentes para la realización de primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar y la utilización de desfibriladores. Con esta formación, el Cuerpo pretende que sus guardias puedan atender, en los primeros momentos, a las víctimas de accidentes de tráfico, robos violentos o, incluso, a los propios detenidos si éstos sufren un fallo cardíaco. «Solemos ser los primeros en llegar a una emergencia», explicaba ayer Joaquín Prieto Gambín, jefe de personal y apoyo de la Guardia Civil en Murcia, «y no siempre los medios están cerca».
Esta iniciativa, para la que el Instituto Armado ha contado con la colaboración del Instituto de Estudios de Ciencias de la Salud de Castilla y León, contempla la impartición de cursos de 12 horas a los agentes. Éstos, según explicó José Manuel García, jefe de Sanidad de la Guardia Civil en Murcia, se impartirán en turnos de ocho alumnos y serán «eminentemente prácticos».
El Cuerpo pretende formar a sus agentes para que puedan prestar un primer auxilio a víctimas de accidentes de tráfico, de violencia de género, de robos violentos, agresiones sexuales... Además, la Benemérita también busca que sus agentes puedan auxiliar a un compañero de servicio si éste lo precisa y mejorar la atención en casos de emergencia por parte de los detenidos.
Inicialmente, se prevé la colocación de un desfibrilador en la comandancia de la Guardia Civil de Murcia, con lo que este edificio se convertirá en el primer «espacio cardioseguro» de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de la Región. En una segunda fase se dotará de este aparato al acuartelamiento de Cartagena. Los primeros agentes en recibir este curso, que arrancó ayer, son los destinados a la custodia, vigilancia y traslado de los detenidos en Murcia.