IU mantiene por ahora al edil de Almogía detenido con 180 plantas de marihuana

La dirección de Izquierda Unida (IU) en Málaga ha aparcado cualquier medida disciplinaria contra el edil de su partido en Almogía detenido por la Guardia Civil con una plantación y un laboratorio de marihuana y se remite a la comisión permanente del partido que en un principio se reunirá dentro de unos diez días.

El coordinador provincial de la formación y parlamentario andaluz, José Antonio Castro, abogó ayer abogado por esperar a ver «dónde llega» el caso para adoptar las medidas oportunas. No obstante, expresó sus dudas ante la posibilidad de que Diego Aranda, de quien pone como aval que lleva 20 años como concejal, «se dedique a ningún tipo de tráfico de drogas» a pesar de que los agentes le incautaron 180 plantas y un laboratorio para su cultivo intensivo.

Aranda, de 63 años y que se encuentra en libertad con cargos tras ser imputado por un delito contra la salud pública, ha asegurado que cultiva esta sustancia desde hace unos meses para su consumoterapéutico. Una versión que es cuestionada por los investigadores, según precisaron fuentes de la investigación, por el gran tamaño de la plantación y el sofisticado laboratorio de cultivo del que disponía el edil.

Éste señaló, en declaraciones al diario Sur, que ha registrado un alivio articular y que iba a iniciar una campaña para que se investigue con mayor profundidad las facultades medicinales de la marihuana.

La Guardia civil informó ayer de que el arresto del edil se produjo tras hallarse un laboratorio para el cultivo y elaboración de marihuana en una vivienda de su propiedad situada en el casco urbano del municipio.

En la actuación también fue arrestado un hermano de Aranda y ambos pasaron el miércoles a disposición del Juzgado de Instrucción número 13 de Málaga, cuyo titular decretó la puesta en libertad de ambos imputados inicialmente como autores de un delito contra la salud pública de sustancias no gravemente perjudiciales para la salud.

Los agentes intervinieron en la vivienda un total de 180 plantas de marihuana, 260 gramos de cogollos y hojas de marihuana seca, así como numerosos utensilios para el cultivo y la elaboración de la misma, según precisó el Instituto Armado.

Tras un mes de pesquisas, los investigadores confirmaron las sospechas sobre la existencia de un laboratorio en el municipio. Una vez llevadas a cabo las correspondientes identificaciones, cuando lo agentes llamaron a la vivienda sospechosa, observaron cómo las plantas eran arrojadas desde las ventanas del inmueble que dan a un descampado numerosas plantas de marihuana. Las personas que lo estaban haciendo eran el edil y su hermano.